Ya nadie se acuerda de él. El primer fichaje cerrado del FC Barcelona para la próxima temporada no ha copado ninguna portada de los diarios deportivos locales durante esta cuarentena. Parece mentira, pero es así. Y no les culpo, porque parece que el nombre de Trincao no vende, todavía. Tampoco ayuda la obsesión por fichar a Lautaro Martínez y tratar de repescar a Neymar por enésima vez. Dos operaciones casi utópicas que eclipsan el futuro cercano del portugués en el Camp Nou. 

Francisco Trincao cerró su fichaje por el club azulgrana el pasado mes de marzo, semanas antes de que se decretara el estado de alarma por el coronavirus en España. 

Procedente del Sporting de Braga por un valor cercano a los 31 millones de euros, el joven portugués firmó por cinco temporadas con una cláusula de rescisión de 500 millones de euros. Otra cosa no, pero con la cláusula decidieron ir por todo lo alto y blindar de todas todas al extremo luso. Quizá para evitar penas mayores. A veces es mejor prevenir que curar. Que se lo digan a Neymar.

Un valor de traspaso ciertamente elevado, que sorprendió a la mayoría de aficionados culés por el poco renombre que había tenido el jugador luso hasta el momento. Yo me incluyo. Pocos habían oído su nombre y aún menos lo habían visto jugar con la “roja” del Sporting o la de la selección portuguesa. 

Con 20 años de edad, acumulaba poco más de 20 partidos disputados con el primer equipo entre Liga NOS, Europa League y Copa de la Liga, sumado a su notoria participación en la Sub-21 con Portugal. A día de hoy suma un total de 30 partidos. En 776 minutos en competición liguera ha visto puerta en seis ocasiones y ha dado tres asistencias, con un promedio de 3,4 remates por partido. Y es que estadísticas en mano, resulta que Trincao es el que ofrece mejores resultados de los jóvenes menores de 23 años que militan en una de las cinco grandes ligas europeas. Sé que todos estaréis llamándome loco por no mencionar a Haaland, pero el criterio para aparecer en la lista de este portal de estadísticas es el de haber disputado un mínimo del tercio de los minutos posibles en campeonato liguero, cosa que el noruego todavía no ha cumplido en Alemania. Eso no quita que haya roto todos los registros habidos y por haber, pero el caso es que Trincao supera a Haaland en ese aspecto, y toda promesa que supere en algo positivo al ariete del Dortmund tiene algo que celebrar. Y Trincao no va a ser menos. 

El joven portugués, como todo futbolista en la actualidad, ha visto mermada su continuidad por el coronavirus, y es bastante probable que ya no vuelva a las órdenes de Ruben Amorim, el técnico del Braga, si la temporada se da por nula en Portugal. El 1 de julio pasaría a ser jugador azulgrana, a vista de si se prorrogan los contratos de los jugadores que finalizan en 2020 en una hipotética reanudación de las competiciones en verano. Todo está por ver, pero de momento el joven portugués aprovecha para pasar el tiempo de cuarentena en casa de su compañero de equipo Abel Ruiz, llegado al club en el mercado invernal procedente del filial azulgrana por 8 millones de euros. Un buen momento para pasar el tiempo juntos, y para que el canterano de la Masia haga de mentor al portugués para allanar su llegada a Can Barça mientras el otro trata de aclimatar al primero en su reciente llegada a Portugal. Plan perfecto.

Iker Lloveras @LloverasIker

Colaborador

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